lunes, 19 de abril de 2010

Instrucciones para hacer ejercicios sobre el capítulo 34

Hola, es un gusto saludarte por aquí, y tener el privilegio de seguir apoyándote desde este medio.
A continuación te explico detalladamente las actividades que se contemplarán en la segunda evaluación parcial.

Notas introductorias:
Aunque muchas palabras de este glosario son polisémicas (tienen más de un significado), aquí sólo incluí los significados que muy probablemente Julio Cortázar (1977) quiso dar en el texto.
Como es obvio, algunas palabras no aparecen en el diccionario tal cual las escribió Cortázar en Rayuela, así que hay adaptaciones, pero siempre respetando la idea, o adaptando la palabra a la idea original del autor. Tal es el caso de: Archipodridas, la cual no aparece en el Diccionario consultado de la Real Academia Española de la Lengua (RAE) sin embargo “Archi” sí aparece, y el siguiente significado es el que se adapta al texto: “Archi.- Con adjetivos, se emplea en lenguaje coloquial y significa “muy”. Archisabido: muy sabido. Por lo tanto, Archipodrido es “muy podrido”. Ese es l tipo de adaptaciones que se hicieron, además del uso de singulares y plurales.
Todos los significados se obtuvieron del diccionario virtual de la RAE, que se localiza en: http://www.academia.org.mx/rae.php. Excepto algunos que fueron obtenidos en wikipedia, (los cuales están indicados oportunamente, pero por economía de espacio, sólo se anota la dirección electrónica, pues como es sabido, en todos los casos la página es Wikipedia, los autores son: colaboradores de wikipedia); la fecha de consulta en todos los casos fue el viernes 16 de abril de 2010.

Instrucciones generales:
Lee cada da uno de los significados aquí incluidos con mucha atención y trata de comprenderlos pues con ellos realizarás enunciados, paráfrasis y las respuestas al cuestionario que incluyo al final. Como puedes notar, son tres documentos y todos están muy relacionados entre sí, por ello es importante que organices tu tiempo y avances en estas tareas cada día, pues dejar todo al final puede ocasionar errores.
Para facilitar la comprensión de los mismos, debes leer el significado de cada palabra y también releer el capítulo 34, en donde se está usando cada palabra para que apliques el significado.
Te incluyo en este blog el texto 1 y 2 del capítulo 34 para que te sea más accesible esta actividad, pues es muy importante que la realices de acuerdo con las instrucciones que te acabo de dar. Esos textos están al final de el cuestionario del capítulo 34.
Estas tareas deben ser realizadas en la libreta, a mano, no en hoja blanca, ni impresas, mucho menos fotocopiadas. Quien fotocopie estas tareas, o no realice los enunciados, paráfrasis o respuestas de manera original y propia, tendrá una multa con puntos en el segundo examen parcial. Este es un ejercicio para aprender, el compromiso de aprender es de todo estudiante. Me imagino que estoy tratando con estudiantes. Así que cada quien a cumplir su parte por su cuenta. Ya habrá oportunidad de compartir entre ustedes las respuestas, por lo pronto hagan la tarea de manera individual y personal.
Las tres actividades de esta tarea las revisaré en el salón a partir del lunes 26 de abril. Los enunciados los revisaré el lunes 26 de abril en el grupo 2C y 2G, y el martes 27 de abril en el 2F. El valor máximo del total de los enunciados correctos es de 240 puntos.
Las paráfrasis las revisaré el miércoles 28 de abril en el 2G, el jueves 29 en el 2F y el viernes 30 en el 2C
El cuestionario lo revisaré el jueves 6 de mayo en el 2G y 2F, y el viernes 7 de mayo en el 2C.
Las instrucciones y material para las paráfrasis y el cuestionario se proporcionarán posteriormente.

Instrucciones específicas:
A. Lee atentamente todas y cada una de las palabras de este glosario tratando de comprender su significado y aplicarlo al texto correspondiente en el capítulo 34 de Rayuela (Cortázar, 1977). Recuerda que lo más importante es enriquecer tu vocabulario, aprender y usar más palabras cada día.

Vocabulario para hacer los enunciados

Glosario del capítulo 34 de Rayuela (Cortázar, 1977) para aprender y usar más palabras cada día. 1. Abrumador: Que agobia, que preocupa gravemente.

2. Acreditada: Que es digna de ser creída, es cierta, real, verdadera, auténtica.

3. Adornábalos: Los adornaba.

4. Agregado de embajada: Diplomático que colabora con el Embajador que representa, en otro Estado o país, al Estado al que pertenece.

5. Alba: Amanecer

6. Albergarme: Darme albergue, un lugar para vivir, estar, descansar, comer.

7. Alentara: Animara, motivara, entusiasmara

8. Alquilando: Rentando

9. Ambición: Deseo ardiente de conseguir poder, riquezas, dignidades o fama.

10. Andaluz: Nacido en Andalucía, comunidad autónoma de España

11. Anécdotas : Relatos breves de hechos curiosos ocurridos, se hace como ilustración, ejemplo o entretenimiento.

12. Arbitrariamente: Manera de decidir por sí mismo qué se hace; o bien aplicación estricta de las reglas.

13. Archipodridas: Muy podridas.

14. Arrendé: Renté, alquilé.

15. Arrolle: Enrolle, enlace, enrede.

16. Ávida: Ansiosa, con muchas ganas.

17. Babs: Apócope de Bárbara, igual que Paco es apócope de Francisco, o Mari lo es de María.

18. Barriadas: Colonias populares, barrios.

19. Bonitísimos: Muy bonitos (es un modismo)

20. Boris Schloezer: Científico, Traductor y Musicólogo alemán (8 de diciembre 1881 en Vitebsk , † 7 de octubre 1969 en París ). Tomado de: http://wikipedia.org/wiki/Boris_de_Schloezer&ei=gtrJS4bJMYy6NqvT_KYF&sa=X&oi=
translate&ct=result&resnum=1&ved=0CAgQ7gEwAA&prev=/search%3Fq%3Dboris
%2BSchloezer%26hl%3Des%26rlz%3D1T4SNNT_es___MX358

21. Bravo Murillo: Juan Bravo Murillo (Fregenal de la Sierra, Badajoz, 24 de junio de 1803 - Madrid, 11 de febrero de 1873). Político, jurista y economista español. Fue Presidente del Consejo de Ministros de España (equivalente de la época a Presidente del Gobierno) durante el reinado de Isabel II. Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Bravo_Murillo

22. Caracteres masculinos: Conjunto de cualidades o circunstancias propias de un hombre.

23. Cariz: Aspecto, fachada

24. Causábanme: Me causaban, me provocaban

25. Cediéndolos: Dándolos, proporcionándolos, brindándolos

26. Certidumbre: Certeza, estar seguro de algo. Tener la seguridad de que algo es.

27. Che: Che es una muletilla de naturaleza vocativa o apelativa, es decir para llamar la atención, que aparece en el idioma castellano en diferentes dominios de habla de la lengua con diferentes usos. Es utilizado comúnmente en gran parte del Cono Sur (Argentina, Uruguay y algunas partes de Bolivia y Paraguay), en una variante del portugués brasileño hablada en Rio Grande do Sul; así como también en el este de España, particularmente en la Comunidad Valenciana (situada en el centro-este del país) y zonas limítrofes. Según el Diccionario de la RAE se usa en Valencia, Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay para llamar, detener o pedir la atención a alguien, o para denotar asombro o sorpresa. En Argentina, el uso de la expresión denota confianza y es utilizada para enfatizar. En la Comunidad Valenciana se utiliza con múltiples connotaciones, por ejemplo tiene un uso similar a a) oye, hombre; ¡mira! o ¡vaya!, por ejemplo "Xè, ja haviem parlat d'això" (Oye/mira, ya habíamos hablado de eso): es frecuente que en valenciano se use junto con el pronombre "tu"; b) para expresar enfado "Xè tu, ja hem tornat a fallar" ("Joder, ya hemos vuelto a fallar"), para reafirmar o enfatizar ideas "Que sí che, que yo lo he visto" (Que sí hombre, que yo lo he visto) u otros múltiples usos comodín llegando a usarse por el mero hecho de hacerlo a modo de muletilla sin significado concreto. En los demás países hispanoamericanos, especialmente en México y los países centroamericanos, es la palabra que se usa para decir "argentino", por el abundante uso que los mismos hacen de dicha interjección. Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Che

28. Conceptuábame: Me conceptuaba, me consideraba, me definía, creía que yo era…

29. Conciliación: Equilibrio, punto medio, acuerdo.

30. Cónsul: Persona autorizada en una población de un Estado extranjero para proteger las personas e intereses de los individuos de la nación que lo nombra.

31. Contrariedad: Accidente que impide o retarda el logro de un deseo.

32. Cosmo: Mundo

33. Criollos: Son los nacidos en territorios españoles de América

34. Crónica: Dicho de una enfermedad larga.

35. Cultura: Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.

36. Cursilerías: Actitudes de las personas que presumen de finas y elegantes sin serlo.

37. Dé: Inflexión del verbo dar, en segunda persona, tiempo presente. Se acentúa a pesar de que es un monosílabo, pues tiene la misma escritura que el posesivo “de”, y el acento sirve para diferenciarlos.

38. Dedicóse: Se dedicó

39. Degeneración: Deterioro, daño, acción y efecto de degenerar: decaer, declinar, perder calidad.

40. Desazón: Malestar, pesadumbre, inquietud.

41. Desconsuelo: Angustia y aflicción o tristeza profunda por falta de consuelo.

42. Desenfado: Desenvoltura, despejo y desembarazo. Diversión.

43. Desfavorable: No favorable, Poco favorable, perjudicial, contrario, adverso.

44. Devorando: Tragando con ansia y apresuradamente. Para el caso del texto 2 es: “Leyendo con prisa, sin reflexionar mucho sobre lo que se lee.”

45. Diluir: Disminuir la concentración. Para el caso del texto 1 es: “Alargar mucho el relato, sin necesidad de hacerlo, lo cual la pone aburrida.”

46. Disertación: Escrito, lección o conferencia en que se diserta, discurre, reflexiona, expresan ideas de manera detenida y metódica sobre alguna materia, ya sea para exponerla, o bien para refutar u oponerse a opiniones ajenas.

47. Disimulada: No da a entender lo que siente, o no darse por enterada de una expresión o de un acto.

48. Edición: Producción impresa de ejemplares de un texto, una obra artística o un documento visual.

49. Egoísta: Persona que tiene un inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que sólo le importa atender desmedidamente su propio interés, sin preocuparse por el de los demás.

50. Elle y France soir: Títulos de revistas francesas, actualmente se siguen publicando

51. Engranar: Encajar, adaptar. En el caso del texto 2 es: "adaptarse"

52. Entrábale: Le entraba, le daba…

53. Entusiasmo: Exaltación y fogosidad del ánimo. Gusto y emoción.

54. Envidiaba: Le daba tristeza que ella tuviera esa cualidad, deseaba tener esa cualidad.

55. Europa: Continente formado por los siguientes países: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos (Los Países Bajos, como su propio nombre indica, ocupan una extensión de tierras bajas que, en una cuarta parte, se encuentran al nivel del mar o por debajo de éste. Muchas zonas están protegidas de las inundaciones mediante diques y malecones), Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía, Suecia,, Antigua República Yugoslava de Macedonia, Croacia, Turquía, Albania, Andorra, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Estado de la Ciudad del Vaticano, Georgia, Islandia, Liechtenstein, Moldova, Mónaco, Montenegro, Noruega, Rusia, San Marino, Serbia, Suiza y Ucrania. Tomado de: http://europa.eu/abc/european_countries/eu_members/ netherlands/index_es.htm

56. Exordio: Principio, introducción, preámbulo, primera parte del discurso oratorio, la cual tiene por objeto excitar la atención y preparar el ánimo de los oyentes.

57. Expeditivos: Que tiene facilidad en dar expediente o salida en un negocio, sin muchos miramientos, evitando trámites.

58. Fascinaban: Atraían irresistiblemente.

59. Fatigosamente: De manera cansada.

60. Favorecíanle: Le favorecían, le beneficiaban.

61. Febril: Ardoroso, desasosegado, inquieto, impaciente, desesperado.

62. Fecunda: Que se reproduce o procrea con facilidad o abundantemente.

63. Fidelidad: Lealtad

64. Fiel: El que practica la fidelidad

65. Fiel de la balanza: Es el indicador que marca cuando los dos platos quedan al mismo nivel. En el caso de las romanas (o balanzas romanas) de un solo brazo el fiel es el mismo brazo donde se mueven o colocan los granates (en las balanzas granatarias). El la wikipedia encontrarás muchas variaciones de las balanzas y los diversos fieles que allí sí se pueden mostrar. Tomado de: http://tuspreguntas.misrespuestas.com/preg.php?idPregunta=6929

66. Filial: Relacionado hijos, descendencia o dependencia de otro mayor o anterior. Para el caso del texto 1, es el afecto, amor, respeto, admiración que le tienen los hijos a su padre.

67. Finura: Que es fino, o tiene la cualidad de serlo. Tiene clase, es elegante, noble, bueno.

68. Gallardas: Valientes, excelentes, grandes.

69. Gare de Lyon: Estación del metro ubicada en París, Francia. es a la vez una estación de grandes líneas con trenes que dan servicio al sureste de Francia, en concreto Dijon, Besançon, Lyon, Grenoble, Valence, Aviñón, Saint-Étienne, Marsella, Niza y Montpellier y también a parte de Suiza e Italia. Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Estaci%C3%B3n_de_Par%C3%ADs-Lyon

70. Generación: Conjunto de personas que por haber nacido en fechas próximas y recibido educación e influjos culturales y sociales semejantes, se comportan de manera afín o comparable en algunos sentidos.

71. González Brabo: Luis González Bravo López de Arjona (Cádiz, 8 de julio de 1811 - Biarriz, 1 de septiembre de 1871), periodista y político español. Militante del Partido Progresista durante la Regencia de María Cristina de Borbón participó en la Milicia nacional, fue Diputado por Cádiz en 1841, adquiriendo más templanza y moderación, lo que le permitió con el apoyo de Narváez ser nombrado Presidente del Consejo de Ministros desde el 5 de diciembre de 1843 al 3 de mayo de 1844. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Gonz%C3%A1lez_Bravo

72. Hiciéronme: Me hicieron

73. Holgado: Ancho y sobrado para lo que ha de contener. Para el caso del texto 1, se refiere a: “casa no muy grande, menor al tamaño que tanta cantidad de miembros en la familia necesitan”.

74. Hospitalario: Que acoge con agrado o agasaja a quienes recibe en su casa.

75. Imbécil: Alelado, escaso de razón

76. Impertinente: Que no viene al caso, o que molesta de palabra o de obra. Se aplica a persona que es excesivamente susceptible, o que muestra desagrado por todo, y pide o hace cosas que están fuera de propósito

77. Indeciso: Que no se decide, que fluctúa entre varias opciones y no elige ni una.

78. Independencia: Autonomía, no depender de nadie. En el caso del texto 1, mandarse él sólo.

79. Intelectual: Dedicado al cultivo de las ciencias y las letras

80. Inteligencia: Capacidad para entender, comprender, resolver problemas.

81. Irónicos: Burlones, pero su burla es fina y disimulada.

82. Irremediable: Sin remedio, sin solución, sin salida, sin arreglo ni esperanza.

83. Irritación: Molestia, malestar.

84. Jactarme: Alabarse a sí mismo de manera excesiva y presuntuosamente, con fundamento o sin él. Ser presumido.

85. Jovialidad: Alegría, entusiasmo juvenil.

86. Lacrimal: Perteneciente o relativo a las lágrimas

87. La Rioja: La Rioja es un nombre que se repite en España y Argentina, pero en España es Comunidad autónoma y en Argentina es Provincia. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/La_Rioja

88. Lindante: Que está cercano. En el texto 2 es: “que es casi igual…”

89. Lisonjero: Adulador, que busca agradar. En el texto 2 se refiere a que es poco agradable.

90. Llevábase: Se llevaba

91. Londres: (London en inglés) es la capital de Inglaterra y del Reino Unido. Situada a orillas del río Támesis en el sureste de la isla de Gran Bretaña, su establecimiento se data más de dos milenios atrás, fue fundada alrededor del año 43 por los romanos con el nombre de Londinium. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Londres

92. Louvre: El Museo del Louvre (en francés: Musée du Louvre) es el gran museo nacional de Francia consagrado al arte anterior al impresionismo, tanto bellas artes como arqueología y artes decorativas. Es considerado el museo más importante del mundo, por la riqueza de sus colecciones y por la influencia que ha ejercido en los restantes museos del planeta. Está ubicado en París (Francia), en el antiguo palacio real del Louvre, y actualmente promueve la apertura de dos subsedes, en Lens (Francia) y en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos). Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Louvre

93. Lucca: Ciudad en la Toscana, centro-norte de Italia, situada sobre el río Serchio en una fértil llanura cercana (pero no sobre ella) y sobre el Mar Tirreno. Es la capital de la Provincia de Lucca. Cuenta con unos 86.000 habitantes. Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Lucca

94. Macrocosmo: Se usa como comparación o analogía entre el universo y el ser humano. El universo es el macrocosmo y el ser humano es el microcosmo.

95. Madrid: Capital de España y de la Comunidad de Madrid, que es uniprovincial. También conocida como La Villa y Corte, es la ciudad más grande y poblada del país, alcanzando oficialmente los 3.213.271 habitantes dentro de su municipio, mientras que la cifra oficiosa del padrón a 1 de enero de 2009 es de 3.273.006 según el ayuntamiento y 6.043.031 en su área metropolitana, siendo por ello la tercera ciudad más poblada de la Unión Europea —por detrás de Berlín y Londres— y la tercera área metropolitana, por detrás de las de París y Londres. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Madrid

96. Magazines: Publicaciones periódicas, con artículos de diversos autores, dirigida al público en general.

97. Mate: Hierva que se prepara como el té, por decocción y se sirve en taza o en jarro.

98. Mear: Orina. Expeler naturalmente la orina. Expeler por la uretra algún otro líquido, como por ejemplo sangre (hematuria)

99. Menester: Necesario

100. Mérito: Acción que hace al hombre digno de premio. Cualidad.

101. Mezquina: Actitud en donde se escatima excesivamente en el gasto. Defecto de quien considera muy importante el dinero.

102. Microcosmo: El ser humano, concebido como resumen completo del universo o macrocosmo.

103. Minuciosidades: Pequeñeces

104. Mostrábame: Me mostraba

105. Ostentar: Presumir

106. París: Capital de Francia y de la región de Isla de Francia. Constituida en la única comuna unidepartamental del país, está situada a ambos márgenes de un largo meandro (curva) del río Sena, en el centro de la Cuenca parisina, entre la confluencia del río Marne y el Sena aguas arriba, y el Oise y el Sena aguas abajo. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Par%C3%ADs

107. Petulancia: Presunción, acción de presumir exageradamente.

108. Pía: Benigna, blanda, misericordiosa, compasiva

109. Piolín: Cuerda, mecate, piola delgada, lazo.

110. Plaqueta: Pieza de cerámica pequeña y de forma rectangular que se usa para revestir paredes y suelos. Para el caso del texto 2 es: “Libreta”

111. Pormenores: Datos, conjunto de circunstancias menudas (pequeñas, sin importancia) y particulares de algo.

112. Pósito: Establecimiento, negocio, bodega, almacén, instituto.

113. Preacuñadas: Variación de “acuñar” (fijar) generalmente se usa para las monedas. Es la marca que le se pone a las monedas, que registra su valor y la efigie de algún héroe nacional. Para el caso del texto 2, se refiere a las frases dichas, aún no aceptadas por la totalidad de los hablantes, pero que finalmente acaban usándolas.

114. Predios: Terrenos.

115. Primo carnal: Hijo del hermano de alguno de los padres, a diferencia del primo político, con el cual no hay lazos de sangre.

116. Provincia: Cada una de las grandes divisiones de un territorio o Estado, sujeta por lo común a una autoridad administrativa.

117. Prurito: Deseo persistente y excesivo de hacer algo de la mejor manera posible.

118. Pueriles: Perteneciente o relativo al niño o a la puericia. Propio de un niño o que parece de un niño. Fútil, trivial, infundado. Para el caso del texto 2 es “sin importancia”

119. Pulcro: Aseado, esmerado, esmerado en la conducta y el habla

120. Pulóvers: Prenda de vestir de punto o tejido, cerrada y con mangas, que cubre desde el cuello hasta la cintura aproximadamente

121. Raza: Cada uno de los grupos en que se subdividen algunas especies biológicas y cuyos caracteres diferenciales se perpetúan por herencia.

122. Rectitud: Recta razón o conocimiento práctico.

123. Rue de la Huchette: Rue en francés es calle, por lo tanto es: calle de la Huchette

124. Rue du Chemin Vert: Calle der la Chemin Vert, va a dar a una estación del Metro del mismo nombre en París. Tomado de http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial%3ABuscar&search=Chemin+Vert

125. Servidumbres: Criados. Personas que realizan labores de limpieza y apoyo doméstico.

126. Trama: Contextura, ligazón entre las partes de un asunto u otra cosa, y en especial el enredo de una obra dramática o novelesca.

127. Tristán L’Hermite: Miembro de la Academia francesa, silla 17. La Academia francesa (en francés: Académie française) es una institución encargada de regular y perfeccionar el idioma francés. Fue fundada en 1635 por el cardenal Richelieu durante el reinado de Luis XIII, lo que la hace una de las instituciones más antiguas de Francia. Se compone de cuarenta miembros, llamados «los Inmortales». Es la primera de las cinco academias del Instituto de Francia. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Miembros_de_la_Academia_francesa

128. Trotes: Trabajo o faena apresurada y fatigosa.

129. Tufillo: Despectivo de Tufo, el cual es un olor desagradable, hedor. Emanación gaseosa de las fermentaciones o combustiones imperfectas.

130. Ufano: Satisfecho, alegre, contento

131. Vanamente: En vano, sin fundamento. De oquis.

132. Vara alta: Mando, autoridad.

133. Verónica: En tauromaquia, La verónica es un Lance o estrategia que consiste en que el torero espere la acometida del toro teniendo la capa extendida o abierta con ambas manos enfrente de la res.

134. Vos: Forma de 2.ª persona singular o plural y en masculino o femenino, empleada como tratamiento (usted, ustedes). En la actualidad casi no se usa.

135. Zumbón: Burlón. Persona que frecuentemente anda burlándose, o tiene el genio festivo y poco serio.

B. En la libreta, realiza un enunciado con cada una de las 135 palabras del glosario anterior. Trata de usar correctamente el significado de cada palabra y evita que el enunciado contenga literalmente la definición de la palabra. Cada enunciado correcto vale 2 puntos. Valor máximo de esta actividad: 270 puntos.  Al escribir siempre debes respetar la ortografía.

C. También en la libreta realiza un enunciado usando cada una de las siguientes frases: (valor 2 puntos cada enunciado correcto. Valor máximo 70 puntos).
1. Aparato lacrimal.
2. Aire indeciso.
3. Aire ufano.
4. Arranque a las mujeres su tendencia a tejer pulóvers
5. Arrolle despacito.
6. Arrolle despacito un piolín en la cintura.
7. Contrariedad irremediable.
8. Cuando rompe el alba.
9. Cultura Europea.
10. Desazón nerviosa.
11. Diluir fatigosamente.
12. Edición infecta.
13. Entusiasmo febril.
14. Era un desconsuelo profundo.
15. Gallardas construcciones.
16. Ganar el terreno perdido.
17. Imbécil orgullo.
18. Irritación crónica.
19. La boca siempre un poco ávida.
20. La Verónica (en el mismo sentido que tiene en el significado del glosario).
21. La Verónica (en el otro sentido que puede dársele en el texto 1).
22. Le saludaban con cierto afecto filial.
23. Lindante con la obra pía.
24. Llevábase un mediano susto.
25. Me pongo pesado.
26. Mezquina seguridad.
27. Movimientos brownoideos (en el texto 2 viene el significado).
28. Prurito de dar pormenores.
29. Raza fecunda en caracteres masculinos.
30. Sacaba yo a relucir.
31. Sección egipcia del Louvre.
32. Servidumbres.
33. Su tímida honradez.
34. Tiempos de González Brabo.
35. Trama de esta novela.

Paráfrasis

D. Parafrasea las siguientes citas textuales obtenidas del Capítulo 34

Para que la paráfrasis salga mejor, debes leer el texto completo, identificar la idea que representa cada una de las citas textuales que vas a parafrasear. Valor máximo de cada paráfrasis correcta: Mecánica 5 puntos; constructiva 10 puntos.

“Mi tío (primo carnal de mi padre), don Rafael Bueno de Guzmán y Ataide, quiso albergarme en su casa; mas yo me resistí a ello por no perder mi independencia.” Cortázar, Julio (2005) Rayuela, México, Alfaguara, pág. 216
1. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica


2. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva


“Por fin supe hallar un término de conciliación, combinando mi cómoda libertad con el hospitalario deseo de mi pariente; y alquilando un cuarto próximo a su vivienda, me puse en la situación más propia para estar solo cuando quisiese o gozar del calor de familia cuando lo hubiese menester.” Ibidem, pág. 216
3. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica

4. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva


“… pero no tenía ahorros, lo que en verdad era poco lisonjero para un hombre que, después de trabajar tanto, se acercaba al término de la vida y apenas tenía tiempo ya de ganar el terreno perdido.” Ibidem pág. 219


5. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica

6. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva


“Su finura y jovialidad, sostenidas en el fiel de la balanza, jamás caían del lado de la familiaridad impertinente ni del de la petulancia.” Ibidem, pág. 219
7. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica

8. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva



“En la conversación estaba su principal mérito y también su defecto, pues sabiendo lo que valía hablando, dejábase vencer del prurito de dar por menores y de diluir fatigosamente sus relatos.” Ibidem, pág. 219
9. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica


10. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva


“Alguna vez los tomaba desde el principio y adornábalos con tan pueriles minuciosidades, que era preciso suplicarle por Dios que fuera breve.” Ibidem, pág. 219
11. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica

12. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva


“No sé si apuntar como defecto físico su irritación crónica del aparato lacrimal, que a veces, principalmente en invierno, le ponía los ojos tan húmedos y encendidos como si estuviera llorando a moco y baba. Por esto y su costumbre de ostentar a cada instante el blanco lienzo en la mano derecha o en ambas manos, un amigo mío, andaluz, zumbón y buena persona, de quien hablaré después, llamaba a mi tío la Verónica” Ibidem, pág. 220
13. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica

14. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva



“Conceptuábame como el último representante masculino de una raza fecunda en caracteres, y me acariciaba y mimaba como a un chiquillo, a pesar de mis treinta y seis años.” Ibidem, pág. 221
15. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica


16. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva


“En esas demostraciones afectuosas que aumentaban considerablemente el manantial de sus ojos, descubría yo una pena secreta y agudísima, espina clavada en el corazón de aquel excelente hombre.” Ibidem, pág. 221
17. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica


18. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva


“Tenía certidumbre de la disimulada herida como si la hubiera visto con mis ojos y tocado con mis dedos.” Ibidem, pág. 221
19. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica

20. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva


“… me imagino que después de tragarse cinco o seis páginas uno acaba por engranar y ya no puede dejar de leer, un poco como no se puede dejar de dormir o de mear, servidumbres o látigos o babas.” Ibidem, pág. 216
21. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica

22. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva


“Por fin supe hallar un término de conciliación, una lengua hecha de frases preacuñadas para transmitir ideas archipodridas, las monedas de mano en mano, de generación degeneración…” Ibidem, pág. 216
23. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica


24. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva

“… me imagino que después de tragarse cinco o seis páginas uno acaba por engranar y ya no puede dejar de leer, un poco como no se puede dejar de dormir o de mear, servidumbres o látigos o babas.” Ibidem, pág. 216
25. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica

26. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva



“… ya ves, Maga, ya ves, ahora estos ojos se arrastran irónicos por donde vos andabas emocionada, convencida de que te estabas cultivando una barbaridad porque leías a un novelista español con foto en la contratapa, … vos estabas convencida de que esas lecturas te permitirían comprender el micro y el macrocosmo…” Ibidem, pág. 217-218
27. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica

28. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva


“No había manera de hacerte comprender que así no llegarías nunca a nada, que había cosas que eran demasiado tarde y otras que eran demasiado pronto, y estabas siempre tan al borde de la desesperación en el centro mismo de la alegría y del desenfado, había tanta niebla en tu corazón desconcertado… no, conmigo no podías contar para eso, tu mesa era tu mesa y yo no te ponía ni te quitaba de ahí, te miraba simplemente leer tus novelas y examinar las tapas y las ilustraciones de tus plaquetas, y vos esperabas que yo me sentara a tu lado y te explicara, te alentara, hiciera lo que toda mujer espera que un hombre haga con ella, le arrolle despacito un piolín en la cintura y zas la mande zumbando y dando vueltas, le dé el impulso que la arranque a su tendencia a tejer pulóvers o a hablar, hablar, interminablemente hablar de las muchas materias de la nada.” Ibidem, pág. 218 – 219
29. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica


30. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva


“Pero qué hermosa estabas en la ventana, con el gris del cielo posado en una mejilla, las manos teniendo el libro, la boca siempre un poco ávida, los ojos dudosos. Había tanto tiempo perdido en vos, eras de tal manera el molde de lo que hubieras podido ser bajo otras estrellas, que tomarte en los brazos y hacerte el amor se volvían una tarea demasiado tierna, demasiado lindante con la obra pía, y ahí me engañaba yo, me dejaba caer en el imbécil orgullo del intelectual que se cree equipado para entender…” Ibidem, pág. 220
31. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica


32. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva

“Dónde estarás, dónde estaremos desde hoy, dos puntos en un universo inexplicable, cerca o lejos, dos puntos que crean una línea, dos puntos que se alejan y se acercan arbitrariamente…” Ibidem, pág. 220
33. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica


34. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva



“… los dos, Maga, estamos componiendo una figura, vos un punto en alguna parte, yo otro en alguna parte, desplazándonos, vos ahora a lo mejor en la rue de la Huchette, yo ahora descubriendo en tu pieza vacía esta novela, mañana vos en la Gare de Lyon (si te vas a Lucca, amor mío) y yo en la rue du Chemin Vert, … y poquito a poco, Maga, vamos componiendo una figura absurda, dibujamos con nuestros movimientos una figura idéntica a la que dibujan las moscas cuando vuelan en una pieza, de aquí para allá, bruscamente dan media vuelta, de allá para aquí, eso es lo que se llama movimiento brownoideo…” Ibidem, pág. 221
35. Espacio para realizar la Paráfrasis mecánica


36. Espacio para realizar la Paráfrasis constructiva

Cuestionario

E. Contesta correctamente cada una de las preguntas de este cuestionario sobre el contenido del texto 1 y 2 del capítulo 34 de Rayuela

1. Tomando en cuenta los años en que nacen y mueren algunos personajes que aparecen en el texto 1, la frase inicial del capítulo (sic)“En setiempre del 80…” ¿Se refiere a: 1980, 1880, 1780 ó 2080?

2. ¿Cuál es la prueba que justifica ad litteram tu respuesta anterior?

3. Si Horacio Oliveira se refiere a septiembre del 80 ¿En que años estuvo anteriormente en Madrid?

4. Si en septiembre de 1880 Horacio Oliveira tenía 35 años ¿En qué año nació?

5. ¿Cómo logra Horacio Oliveira el término de conciliación entre los deseos propios y de su tío?
Ver siguiente fragmento:
“Mi tío (primo carnal de mi padre), don Rafael Bueno de Guzmán y Ataide, quiso albergarme en su casa; mas yo me resistí a ello por no perder mi independencia. Por fin supe hallar un término de conciliación, combinando mi cómoda libertad con el hospitalario deseo de mi pariente; y alquilando un cuarto próximo a su vivienda, me puse en la situación más propia para estar solo cuando quisiese o gozar del calor de familia cuando lo hubiese menester. Vivía el buen señor, quiero decir, vivíamos en el barrio que se ha construido donde antes estuvo el Pósito.” Ibidem, pág. 216

6. ¿A qué se refiere la frase: “en sonando el pum” en el siguiente fragmento?:
“Cuando refería un incidente de caza (ejercicio por el cual tenía gran pasión), pasaba tanto tiempo desde el exordio hasta el momento de salir el tiro, que al oyente se le iba el santo al cielo distrayéndose del asunto, y en sonando el pum, llevábase un mediano susto.” Ibidem, pág. 220

7. ¿Qué se debe entender en la frase: “…al oyente se le iba el santo al cielo distrayéndose del asunto…”?

8. ¿Cuál es la pena secreta que sufre el tío de Horacio?
Ver siguiente fragmento:
“…descubría yo una pena secreta y agudísima, espina clavada en el corazón de aquel excelente hombre. No sé cómo pude hacer este descubrimiento: pero tenía certidumbre de la disimulada herida como si la hubiera visto con mis ojos y tocado con mis dedos. Era un desconsuelo profundo, abrumador, el sentimiento de no verme casado con una de sus tres hijas; contrariedad irremediable, porque sus tres hijas, ¡ay, dolor! estaban ya casadas.”

9. Desde el punto de vista de Horacio Oliveira ¿Cómo considera el crecimiento de la ciudad? Ver siguiente fragmento: “Esto y otras cosas que observé después en sociedad, hiciéronme comprender los bruscos adelantos que nuestra capital había realizado desde el 68, adelantos más parecidos a saltos caprichosos que al andar progresivo y firme de los que saben adónde van…”

10. Cuando Horacio relata sus vivencias en Madrid ¿Su tío aún vive o ya murió?

11. ¿Por qué razón literaria diste la respuesta anterior? (Apóyate ad litteram en el texto)

12. ¿Cuáles son los puntos que unen al texto 1 con el texto 2 en el capítulo 34?

13. ¿Cuáles son los puntos que unen al texto 2 con el texto 1 en el capítulo 34?

14. ¿Cuáles son las actividades físicas y mentales que está realizando Oliveira para transmitirnos esta historia?

15. De acuerdo con las dos últimas preguntas ¿Qué podemos decir acerca de las intenciones de Julio Cortázar como escritor del capítulo 34 de Rayuela?

16. Describe la personalidad de Horacio Oliveira

17. Describe la personalidad de Rafael Bueno de Guzmán y Ataide

18. Describe la personalidad de la Maga

19. ¿Cuál es el personaje principal del texto 1?

20. ¿Cuál es el personaje principal del texto 2?

21. ¿Cuál es el personaje principal del Capítulo 34?

22. ¿Cuál es la situación económica de Horacio Oliveira?

23. ¿Cuál es la situación económica de Rafael Bueno de Guzmán y Ataide?

24. ¿Cuál de los dos vive más holgado económicamente hablando (Horacio o su tío)?

25. ¿Qué característica de la personalidad de Horacio, y probablemente del propio Julio Cortázar, se refleja en la frase “ay dolor” del siguiente fragmento: “…contrariedad irremediable, porque sus tres hijas, ¡ay, dolor! estaban ya casadas.”

26. ¿Es huérfano Horacio Oliveira?

27. ¿Cuál es la razón de tu respuesta anterior? (apégate ad litteram al texto)

28. ¿Qué piensa Horacio Oliveira acerca del acto y los hábitos de leer?

Ver siguiente fragmento: “… me imagino que después de tragarse cinco o seis páginas uno acaba por engranar y ya no puede dejar de leer, un poco como no se puede dejar de dormir o de mear, servidumbres o látigos o babas.”

29. ¿Cuáles son las diferentes maneras de comprender la metáfora de Horacio cuando compara la lectura con babas?

30. ¿Cuáles son las diferentes maneras de comprender la metáfora de Horacio cuando compara la lectura con látigos?

31. ¿Qué pistas tipográficas nos ofrece el texto para entender los diferentes mensajes que alberga el capítulo 34?

32. ¿Por qué Horacio dice “te voilà en pleine écholalie” en cierta parte del texto 2

33. ¿La Rioja a la que se refiere Horacio pertenece a España o a Argentina?

34. ¿Y a qué se refiere al decir: “… en el cuarenta y dos,…”?

35. ¿Por qué, en pleno texto 2, Horacio, Julio Cortázar, mete la frase: Gozar del calor de la familia, ésa es buena, joder si es buena?

36. ¿Cuáles son todos, y cada uno de, los sentimientos que Horacio Oliveira tiene por la Maga?

Texto 1

Rayuela (Cortázar, 1977)

Capítulo 34, Fagmento correspondiente al Texto 1
(SIC) “En setiembre del 80, pocos meses después del fallecimiento de mi padre, resolví apartarme de los negocios, cediéndolos a otra casa extractora de Jerez tan acreditada como la mía; realicé los créditos que pude, arrendé los predios, traspasé las bodegas y sus existencias, y me fui a vivir a Madrid. Mi tío (primo carnal de mi padre), don Rafael Bueno de Guzmán y Ataide, quiso albergarme en su casa; mas yo me resistí a ello por no perder mi independencia. Por fin supe hallar un término de conciliación, combinando mi cómoda libertad con el hospitalario deseo de mi pariente; y alquilando un cuarto próximo a su vivienda, me puse en la situación más propia para estar solo cuando quisiese o gozar del calor de la familia cuando lo hubiese menester. Vivía el buen señor, quiero decir, vivíamos en el barrio que se ha construido donde antes estuvo el Pósito. El cuarto de mi tío era un principal de dieciocho mil reales, hermoso y alegre, si bien no muy holgado para tanta familia. Yo tomé el bajo, poco menos grande que el principal, pero sobradamente espacioso para mí solo, y lo decoré con lujo y puse en él todas las comodidades a que estaba acostumbrado. Mi fortuna, gracias a Dios, me lo permitía con exceso.
Mis primeras impresiones fueron de grata sorpresa en lo referente al aspecto de Madrid, donde yo no había estado desde los tiempos de González Brabo. Causábanme asombro la hermosura y amplitud de las nuevas barriadas, los expeditivos medios de comunicación, la evidente mejora en el cariz de los edificios, de las calles y aun de las personas; los bonitísimos jardines, plantados en las antes polvorosas plazuelas, las gallardas construcciones de los ricos, las variadas y aparatosas tiendas, no inferiores por lo que desde la calle se ve, a las de París o Londres y, por fin, los muchos y elegantes teatros para todas las clases, gustos y fortunas. Esto y otras cosas que observé después en sociedad, hiciéronme comprender los bruscos adelantos que nuestra capital había realizado desde el 68, adelantos más parecidos a saltos caprichosos que al andar progresivo y firme de los que saben adónde van; mas no eran por eso menos reales. En una palabra, me daba en la nariz cierto tufillo de cultura europea, de bienestar y aun de riqueza y trabajo.
Mi tío es un agente de negocios muy conocido en Madrid. En tros tiempos desempeñó cargos de importancia en la Administración: fue primero cónsul; después agregado de embajada; más tarde el matrimonio le obligó a fijarse en la corte; sirvió algún tiempo en Hacienda, protegido y alentado por Bravo Murillo, y al fin las necesidades de su familia lo estimularon a trocar la mezquina seguridad de un sueldo por las aventuras y esperanzas del trabajo libre. Tenía moderada ambición, rectitud, actividad inteligencia, muchas relaciones; dedicóse a agenciar asuntos diversos, y al poco tiempo de andar en estos trotes se felicitaba de ello y de haber dado carpetazo a los expedientes. De ellos vivía, no obstante, despertando los que dormían en los archivos, impulsando a los que se estacionaban en las mesas, enderezando como podía el camino de algunos que iban algo descarriados. Favorecíanle sus amistades con gente de este y el otro partido, y la vara alta que tenía en todas las dependencias del Estado. No había puerta cerrada para él. Podría creerse que los porteros de los ministerios le debían el destino, pues le saludaban con cierto afecto filial y le franqueaban las entradas considerándole como de casa. Oí contar que en ciertas épocas había ganado mucho dinero poniendo su mano activa en afamados expedientes de minas y ferrocarriles; pero que en otras su tímida honradez, le había sido desfavorable. Cuando me establecí en Madrid, su posición debía de ser, por las apariencias, holgada sin sobrantes. No carecía de nada, pero no tenía ahorros, lo que en verdad era poco lisonjero para un hombre que, después de trabajar tanto, se acercaba al término de la vida y apenas tenía tiempo ya de ganar el terreno perdido. Era entonces un señor menos viejo de lo que parecía, vestido siempre como los jóvenes elegantes, pulcro y distinguidísimo. Se afeitaba toda la cara, siendo esto como un alarde de fidelidad a la generación anterior, de la que procedía. Su finura y jovialidad, sostenidas en el fiel de la balanza, jamás caían del lado de la familiaridad impertinente ni del de la petulancia. En la conversación estaba su principal mérito y también su defecto, pues sabiendo lo que valía hablando, dejábase vencer del prurito de dar por menores y de diluir fatigosamente sus relatos. Alguna vez los tomaba desde el principio y adornábalos con tan pueriles minuciosidades, que era preciso suplicarle por Dios que fuera breve. Cuando refería un incidente de caza (ejercicio por el cual tenía gran pasión), pasaba tanto tiempo desde el exordio hasta el momento de salir el tiro, que al oyente se le iba el santo al cielo distrayéndose del asunto, y en sonando el pum, llevábase un mediano susto. No sé si apuntar como defecto físico su irritación crónica del aparato lacrimal, que a veces, principalmente en invierno, le ponía los ojos tan húmedos y encendidos como si estuviera llorando a moco y baba. No he conocido hombre que tuviera mayor ni más rico surtido de pañuelos de hilo. Por esto y su costumbre de ostentar a cada instante el blanco lienzo en la mano derecha o en ambas manos, un amigo mío, andaluz, zumbón y buena persona, de quien hablaré después, llamaba a mi tío la Verónica.
Mostrábame afecto sincero, y en los primeros días de mi residencia en Madrid no se apartaba de mí para asesorarme en todo lo relativo a mi instalación y ayudarme en mil cosas. Cuando hablábamos de la familia y sacaba yo a relucir recuerdos de mi infancia o anécdotas de mi padre, entrábale al buen tío como una desazón nerviosa, un entusiasmo febril por las grandes personalidades que ilustraron el apellido de Bueno de Guzmán y sacando el pañuelo me refería historias que no tenían término. Conceptuábame como el último representante masculino de una raza fecunda en caracteres, y me acariciaba y mimaba como a un chiquillo, a pesar de mis treinta y seis años. ¡Pobre tío! En esas demostraciones afectuosas que aumentaban considerablemente el manantial de sus ojos, descubría yo una pena secreta y agudísima, espina clavada en el corazón de aquel excelente hombre. No sé cómo pude hacer este descubrimiento: pero tenía certidumbre de la disimulada herida como si la hubiera visto con mis ojos y tocado con mis dedos. Era un desconsuelo profundo, abrumador, el sentimiento de no verme casado con una de sus tres hijas; contrariedad irremediable, porque sus tres hijas, ¡ay, dolor! estaban ya casadas.” Cortázar, Julio (2005) Rayuela, México, Alfaguara, págs. 216 - 221

Texto 2

Rayuela (Cortázar, 1977)

Capítulo 34, Fragmento correspondiente al Texto 2
Y las cosas que lee, una novela mal escrita, para colmo una edición infecta, uno se pregunta cómo puede interesarle algo así. Pensar que se ha pasado horas enteras devorando esta sopa fría y desabrida, tantas otras lecturas increíbles, Elle y France Soir los tristes magazines que le prestaba Babs. Y me fui a vivir a Madrid, me imagino que después de tragarse cinco o seis páginas uno acaba por engranar y ya no puede dejar de leer, un poco como no se puede dejar de dormir o de mear, servidumbres o látigos o babas. Por fin supe hallar un término de conciliación, una lengua hecha de frases preacuñadas para transmitir ideas archipodridas, las monedas de mano en mano, de generación degeneración, te voilà en pleine écholalie . Gozar del calor de la familia, ésa es buena, joder si es buena. Ah Maga, cómo podías tragar esta sopa fría, y qué diablos es el Pósito, che. Cuántas horas leyendo estas cosas, probablemente convencida de que eran la vida, y tenías razón, son la vida, por eso habría que acabar con ellas. (El principal, qué es eso.) Y algunas tardes cuando me había dado por recorrer vitrina por vitrina toda la sección egipcia del Louvre, y volvía deseoso de mate y de pan con dulce, te encontraba pegada a la ventana, con un novelón espantoso en la mano y a veces hasta llorando, sí, no lo niegues, llorabas porque acababan de cortarle la cabeza a alguien, y me abrazabas con toda tu fuerza y querías saber adónde había estado, pero yo no te lo decía porque eras una carga en el Louvre, no se podía andar con vos al lado, tu ignorancia era de las que estropeaban todo goce, pobrecita, y en realidad la culpa de que leyeras novelones la tenía yo por egoísta (polvorosas plazuelas, está bien, pienso en las plazas de los pueblos de la provincia, o las calles de La Rioja, en el cuarenta y dos, las montañas violetas al oscurecer, esa felicidad de estar solo en una punta del mundo, y elegantes teatros. ¿De qué está hablando el tipo? Por ahí acaba de mencionar a París y a Londres, habla de gustos y de fortunas, ya ves, Maga, ya ves, ahora estos ojos se arrastran irónicos por donde vos andabas emocionada, convencida de que te estabas cultivando una barbaridad porque leías a un novelista español con foto en la contratapa, pero justamente el tipo habla de tufillo de cultura europea, vos estabas convencida de que esas
lecturas te permitirían comprender el micro y el macrocosmo, casi siempre bastaba que yo llegara para que sacases del cajón de tu mesa —porque tenías una mesa de trabajo, eso no podía faltar nunca, aunque jamás me enteré de qué clase de trabajos podías hacer en esa mesa—, sí, del cajón sacabas la plaqueta con poemas de Tristan L’Hermite, por ejemplo, o una disertación de Boris Schloezer, y me las mostrabas con el aire indeciso y a la, vez ufano de quien ha comprado grandes cosas y se va a poner a leerlas en seguida. No había manera de hacerte comprender que así no llegarías nunca a nada, que había cosas que eran demasiado tarde y otras que eran demasiado pronto, y estabas siempre tan al borde de la desesperación en el centro mismo de la alegría y del desenfado, había tanta niebla en tu corazón desconcertado. Impulsando a los que se estacionaban en las mesas, no, conmigo no podías contar para eso, tu mesa era tu mesa y yo no te ponía ni te quitaba de ahí, te miraba simplemente leer tus novelas y examinar las tapas y las ilustraciones de tus plaquetas, y vos esperabas que yo me sentara a tu lado y te explicara, te alentara, hiciera lo que toda mujer espera que un hombre haga con ella, le arrolle despacito un piolín en la cintura y zas la mande zumbando y dando vueltas, le dé el impulso que la arranque a su tendencia a tejer pulóvers o a hablar, hablar, interminablemente hablar de las muchas materias de la nada. Mirá si soy monstruoso, qué tengo yo para jactarme, ni a vos te tengo ya porque estaba bien decidido que tenía que perderte (ni siquiera perderte, antes hubiera tenido que ganarte), lo que en verdad era poco lisonjero para un hombre que... Lisonjero, desde quién sabe cuándo no oía esa palabra, cómo se nos empobrece el lenguaje a los criollos, de chico yo tenía presentes muchas más palabras que ahora, leía esas mismas novelas, me adueñaba de un inmenso vocabulario perfectamente inútil por lo demás, pulcro y distinguidísimo, eso sí. Me pregunto si verdaderamente te metías en la trama de esta novela, o si te servía de trampolín para irte por ahí, a tus países misteriosos que yo te envidiaba vanamente mientras vos me envidiabas mis visitas al Louvre, que debías sospechar aunque no dijeras nada. Y así nos íbamos acercando a esto que tenía que ocurrirnos un día cuando vos comprendieras plenamente que yo no te iba a dar más que una parte de mi tiempo y de mi vida, y de diluir fatigosamente sus relatos, exactamente esto, me pongo pesado hasta cuando hago memoria. Pero qué hermosa estabas en la ventana, con el gris del cielo posado en una mejilla, las manos teniendo el libro, la boca siempre un poco ávida, los ojos dudosos. Había tanto tiempo perdido en vos, eras de tal manera el molde de lo que hubieras podido ser bajo otras estrellas, que tomarte en los brazos y hacerte el amor se volvían una tarea demasiado tierna, demasiado lindante con la obra pía, y ahí me engañaba yo, me dejaba caer en el imbécil orgullo del intelectual que se cree equipado para entender (¿llorando a moco y baba?), pero es sencillamente asqueroso como expresión). Equipado para entender, si dan ganas de reírse, Maga. Oí, esto sólo para vos, para que no se lo cuentes a nadie. Maga, el molde hueco era yo, vos temblabas, pura y libre como una llama, como un río de mercurio, como el primer canto de un pájaro cuando rompe el alba, y es dulce decírtelo con las palabras que te fascinaban porque no creías que existieran fuera de los poemas, y que tuviéramos derecho a emplearlas. Dónde estarás, dónde estaremos desde hoy, dos puntos en un universo inexplicable, cerca o lejos, dos puntos que crean una línea, dos puntos que se alejan y se acercan arbitrariamente (personalidades que ilustraron el apellido de Bueno de Guzmán, pero mirá las cursilerías de este tipo, Maga, cómo podías pasar de la página cinco...), pero no te explicaré eso que llaman movimientos brownoideos, por supuesto no te los explicaré y sin embargo los dos, Maga, estamos componiendo una figura, vos un punto en alguna parte, yo otro en alguna parte, desplazándonos, vos ahora a lo mejor en la rue de la Huchette, yo ahora descubriendo en tu pieza vacía esta novela, mañana vos en la Gare de Lyon (si te vas a Lucca, amor mío) y yo en la rue du Chemin Vert, donde me tengo descubierto un vinito extraordinario, y poquito a poco, Maga, vamos componiendo una figura absurda, dibujamos con nuestros movimientos una figura idéntica a la que dibujan las moscas cuando vuelan en una pieza, de aquí para allá, bruscamente dan media vuelta, de allá para aquí, eso es lo que se llama movimiento brownoideo, ¿ahora entendés?, un ángulo recto, una línea que sube, de aquí para allá, del fondo al frente, hacia arriba, hacia abajo, espasmódicamente, frenando en seco y arrancando en el mismo instante en otra dirección, y todo eso va tejiendo un dibujo, una figura, algo inexistente como vos y como yo, como los dos puntos perdidos en París que van de aquí para allá, de allá para aquí, haciendo su dibujo, danzando para nadie, ni siquiera para ellos mismos, una interminable figura sin sentido.” Cortázar, Julio (2005) Rayuela, México, Alfaguara, págs. 216 - 221